Se han pasado la vida diciéndote qué hombre tienes que ser; qué puedes hacer y qué no puedes hacer:
No puedes llorar, eres un hombre.
Tienes que ser fuerte, eres un hombre.
No deberías tener miedo, los hombres no tienen miedo.
Ni se te ocurra ser blando, eso no es cosa de hombres.
No vistas así, los hombres no usan ese color.
¿Pelo largo? Pareces una mujer, los hombres no llevan el pelo largo.
Eso lo tienes que superar pronto, eres un hombre.
¿Qué clase de hombre eres si no puedes beberte todo eso?
Fóllatelas a todas, demuestra que eres un hombre.
¿Te suenan estas palabras? Podríamos seguir y llenar páginas enteras.
Los mensaje sobre la masculinidad
Estos mensajes vienen de todos lados: tu padre, tu madre, tus hermanos o hermanas, tus amigos de la infancia, el profesor, tus amigos de la adolescencia, los programas de televisión, los anuncios, las películas, las canciones… En definitiva, hay un bombardeo masivo de ideas potentes sobre lo que significa ser un hombre en nuestro mundo. Parece imposible encontrar una trinchera en la que ponerse a salvo y así empieza el sufrimiento de los hombres.
Todos están de acuerdo en una cosa: saben cómo tienes que ser. Además, están de acuerdo en otra cosa: tienes que ser como ellos dicen que tienes que ser.
Es tan potente y persistente el mensaje que tú te lo crees y empiezas a ponerte máscaras, a dejar de ser quién eres realmente, por miedo a ser rechazado, a no ser aceptado por la sociedad.
Y es que necesitas formar parte de la sociedad, sentir que perteneces. La vida solo es muy complicada, la desconexión es dolorosa.
Así no sale bien e historias de hace tiempo
Entonces todo se empieza a poner más difícil porque intentas ser otra persona y eso solo tiene un resultado posible: el fracaso.
Tienes una novia y no sale bien, no sabes si tienes que ser duro, sensible o qué narices hacer.
Si eres muy bueno te toma el pelo, si te pasas de malote no se lo cree o la cagas. Y con los amigos es igual, intentas aparentar, pero no te sientes bien.
Recuerdo que cuando tenía 9 años y era el cumpleaños de uno de mis amigos del colegio, ellos querían ver una película de Freddy Krueger que a mí me daba auténtico pavor. Pero claro, ¿quién sería el valiente que le diría a sus amigos imberbes que tenía miedo de ver la película del tío con los cuchillos en las manos? Yo, no. Así que vi la película (como un hombre) y tuve miedo cada vez que me iba a dormir durante los siguientes… muchos años.
Cuando llega la adolescencia y el momento de ligar tienes que demostrar tu masculinidad liándote con muchas chicas. Parece tarea difícil, pero afortunadamente existe una solución: el desodorante Axe.
¿Quién no se ha dejado convencer por sus anuncios? Solo tenías que aplicártelo y las mujeres caerían del cielo. ¡Pan comido! Yo, desde luego, me lo creía y parece que no era el único. Hace muchos años que Axe es uno de los desodorante para hombres que más vende. ¿A quién le importa lo que quieren realmente las mujeres?
Y es que con la promesa de poder atraer fácilmente a las mujeres más bellas se venden desodorantes, coches, ropa y lo que haga falta.
Los tiempos están cambiando: una nueva masculinidad
Afortunadamente, parece que los tiempos están cambiando, que hay un poquito de luz al final del túnel. Vivimos el comienzo de una nueva eras en la que hay que reinventar la masculinidad. Hay que volver a definir qué significa ser un hombre.
Parece que hasta Axe se ha percatado de estos nuevos tiempos y va a dejarnos ser nosotros mismos. Lo dicen en su último anuncio, tenemos permiso para encontrar nuestra propia magia.
Me gustó está nueva propuesta y aplaudo la iniciativa. Además, insisto en el mensaje: encuentra tu magia, encuentra lo que te hace diferente, descubre quién eres realmente, porque ese es el único hombre que tienes que ser, todo lo demás es perder el tiempo.
Yo ya no uso AXE, ahora soy más hippy y compro desodorantes naturales. Además, no me interesa que la mujeres se lancen sobre mí por la calle ;), pero agradezco este cambio en la estrategia comercial de la marca porque el nuevo mensaje ayuda a redefinir el concepto de hombre. Y eso, amigos, nos hace libres.
Aquí os dejo el famoso anuncio que me devuelve un poquito la fe en la publicidad.
¿Y tú te crees este tipo de publicidad? Deja un comentario al respecto
Nota aclaratoria: este post no está patrocinado por Axe ni pretende fomentar la compra del producto. ¡Ponte lo que te dé la gana!
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