Seguimos aprendiendo de las mujeres, entendiendo qué es lo que ellas necesitan de los hombres o si no necesitan nada qué es lo que quieren de nosotros.
Este es el segundo post de una serie que seguirá trayendo más información a los hombres, aquí tienes el primero lo que quieren las mujeres de los hombres.
Uno de los problemas más grandes entre mujeres y hombres es la dificultad que tenemos para pedir, para decir lo que queremos y lo que no, lo que nos gusta y lo que no nos gusta.
No se trata de exigir si no de comunicarnos, de hacernos entender y de entender al otro.
En este post tenemos otras 5 mujeres que nos cuentan algunas cosas muy interesantes de qué piden las mujeres a los hombres.
2 colombianas, 1 mexicana y 2 españolas te lo escriben, a leer con mucho interés para no perder ni un detalle.
LAURA MORENO
Hombre quiero que dejes de pensar en cómo deberías ser y por fin te dediques solo a ser
Querido hombre con esta oportunidad quiero abrirte mi corazón, mi vida, endulzar mi voz, mis manos, para con estas letras, llegar a tu corazón, a tu vida.
Lo primero que quiero que sepas es que no espero nada de ti más que la posibilidad de verte feliz, verte libre, siendo tú, tan tú, como tu historia te lo permita, quiero verte saltar vestido de rosado y saber que sigues siendo un hombre, quiero verte sonreír a carcajadas sin temor a perder tu postura, quiero que cuando estés cansado digas no puedo más para poderte prestar mi hombro, y mis manos y mis pies y así, apoyarte al caminar.
Quiero verte jugar como un niño en los parques, que te revuelques en el barro con tus amigos, quiero verte feliz comprándote los juguetes que para ti ahora son importantes, y si tu decisión es amar a otro hombre quiero verte enamorado y sin vergüenza, quiero verte extasiado en los brazos del que conquiste tu corazón.
Querido hombre hoy quiero que dejes de pensar en cómo deberías ser y por fin te dediques solo a ser.
Inicio este relato hablando solo por mi, se que represento la voz de miles de mujeres, pero para poder ser su vocera primero tengo que validar mi propia voz.
Querido hombre hoy te libero de todas mis expectativas, te libero de mi deseo de hacer lo que yo quiera que hagas, te libero de amarme, te libero de mis miedos, te libero de mis proyecciones.
Por fin entendí que no debo buscar un padre en ti, que no debo tapar ni mis vacíos ni mis heridas con tu presencia, hoy te libero de que tengas que ser el macho, el que siempre está bien, te libero del mandato que dice que los hombres no pueden llorar.
Y así mismo hombre te invito a que me veas tal y como soy, que me liberes de tus expectativas, que me liberes del estereotipo de la buena mujer, de la virgen con la que si puedes comprometerte, te invito a que me liberes del estereotipo de la puta esa que nos enseñaron a ver como la mujer con la que se pasa rico.
Hoy querido hombre te invito amarme tal como soy, porque soy ellas, las dos, y soy muchas más, soy santa, soy sumisa, soy libre, soy poderosa, soy maga, soy traviesa, soy impura, soy lujuriosa, soy niña, soy anciana, soy melancólica, soy divertida, pero sobre todo hombre, soy libre, y quisiera que no te asustaras por verme así.
Te cuento que yo misma trabajo sobre mis heridas, me hago cargo de mi mierda emocional, por eso no busco que tú me salves, no busco que te hagas cargo de mi, no quiero, porque soy consciente de todo lo que debo sanar y del trabajo que debo hacer en mi interior, por eso hoy te estoy liberando de toda la responsabilidad sobre mi, sobre mi pasado, sobre nuestro pasado.
Sé que me heriste, me lastimaste, me ultrajaste, y mi corazón se cerró, se lleno de miedos, miedo el rechazo, miedo a mi físico al sentir que no puedo gustarte, miedo al abandono, y como respuesta sé que cree una fortaleza alrededor de mi corazón que a veces se vuelve un poco impenetrable, pero me estoy haciendo cargo de eso porque se que esa era la escuela que necesitaba para mi aprendizaje, para mi evolución, para amarme primero a mi misma, y así no lastimarte ni lastimarme a mi.
Hoy te libero de todo aquello que no puedes darme, hoy solo quiero amarte tal y como eres, amar tus heridas, amar tus progresos, amar tu evolución y también a tus miedos, yo se que solo si cada uno se hace cargo podemos amarnos incondicionalmente en todas nuestras relaciones, y por eso hoy te pido que te ames, que seas impecable contigo mismo, que te honres, te respetes, te cuides, porque solo así podrás hacerlo conmigo, con nosotras.
No me interesa estar contigo por necesidad o por miedo, porque la verdad es que sola estoy muy bien, pero cuando estés conmigo querido hombre, quiero que seas seguro, poderoso, empoderado y libre para que así, en nuestras libertades de ser quienes somos, podamos volar juntos, crecer y construir.
En nombre de las mujeres te perdono hombre, por años de violaciones, maltratos, esclavitud, vergüenza, homicidios, abusos, tortura, terror, se que el amor todo lo puede, todo lo sana, todo lo transforma, por eso hoy abro mi corazón y te digo que Creo en Ti.. así que vamos, construyamos una nueva historia.
Con amor
Laura Moreno es Materializadora de Sueños. Fundadora de la Redes Mundiales: Mujeres Que Despiertan y Hombres Que Despiertan. Actualmente MQD está considerada como la red mundial de círculos de mujeres simultáneos más grande del mundo.
Además Laura es Terapeuta, Conferencista, Tallerista Internacional, practicante de la Física Cuántica y Aprendíz de la Sabidurías Ancestrales.
Lleva 13 años trabajando en consejería, autoconocimiento, y consultas individuales. Hace 7 años se desenvuelve como terapeuta de Física Cuántica, genera encuentros de sanación personalizados y grupales. A la fecha ha hecho giras en 9 países y es la impulsadora de más de 250 círculos de Mujeres en 25 países bajo su guía terapéutica.
Laura vendrá a España en Septiembre y estaremos haciendo juntos el primer encuentro de mujeres que despiertan y hombres evolucionantes en Gilet, Valencia del 15 al 17 de Septiembre. Si te interesa déjame tu mail y te aviso cuando tengamos más información.
Retiro mujeres que despiertan y hombres evolucionantes
TANIA SANZ
En lugar de centrarse siempre en lo que quieres del mundo, empieza a pensar en lo que tú tienes para ofrecer
Si tuviera la oportunidad de decir algo en frente de miles de hombres de todo el mundo, definitivamente no sería un discurso feminista, tampoco hablaría de la paz mundial, hablaría desde el corazón sobre un principio que adopte como una regla personal, y que me acompaña a diario como mi propia filosofía de vida.
Lo leí alguna vez y se me quedo grabado en el fondo de mi memoria. Este principio puede aplicarse en todas las áreas y considero que todos los seres humanos deberían de ponerla en práctica.
Siempre da más de lo que tomas. PUNTO.
Piensa en esto, cuando eres un bebé tus padres te cuidan, y tu absorbes toda la atención que necesitas, pero, sucede algo curioso, muchas personas en todo el mundo continúan con este hábito muchos años después de la infancia.
Tenemos la idea de que es normal tomar algo siempre del mundo, de los demás. Sentimos que nos merecemos recibir algo a cambio, que tenemos el derecho sobre todo lo que nos rodea, pero es una gran mentira.
De hecho, el hábito se convierte en un pensamiento más peligroso: creer que deberíamos conseguir todo lo que queramos, nos sentimos en-titulados de obtener todo lo que nos proponemos…
Pero, piensa en esto ¿dónde dice que el mundo te debe algo? ¿Por qué debes de ganar ese trabajo que solicitaste o ganar más? ¿Por qué esa chica sería una ”tonta” si no sale contigo? ¿Por qué mereces comprarte ese auto? ¿Por qué tenemos el derecho de comer lo que se nos antoje sea o no sostenible? ¿Por qué esa maña de alimentar el ego?
En lugar de centrarse siempre en lo que quieres del mundo, empieza a pensar en lo que tú tienes para ofrecer. La vida se trata de dar más a ojos cerrados, sin miedo y sin expectativas.
Estoy segura de que esta filosofía cumplirá la función de hacer a cada uno de ustedes una mejor persona desde el interior y hacia afuera.
Tania Sanz es mexicana, nutricionista y creadora de habitualmente.com un espacio que te ayuda a cambiar tus hábitos de alimentación, ejercicio y productividad.
En habitualmente encuentras estrategias basadas en ciencia, herramientas practicas, y recursos gratis que tú necesitas para cambiar tus hábitos sin fallar y mejorar toda tu rutina diaria de forma saludable.
DIANA GARCÉS
Más que buscar un hombre seguro, busco uno que me brinde seguridad y confianza.
Confieso que me ha costado horrores responder esta pregunta, porque he aprendido con los años que más que querer algo de los hombres, quiero una conexión y para conseguirla he descubierto que lo mejor es conocerme y aceptarme a mi primero antes que desear que otra persona me de algo para yo estar bien.
Es por esa razón que más que buscar a alguien que me haga feliz, busco alguien que ya lo sea.
Más que buscar seguridad en una persona, busco alguien que sea seguro.
Más que buscar autenticidad, busco una persona auténtica que me demuestre con sus palabras y actos que lo es a cada momento.
Más que esperar que me traten bien, busco a alguien que se trate bien a si mismo y trata bien a sus semejantes, pero sobre todo a aquellos menos favorecidos que él.
Más que buscar un hombre fuerte busco uno que sea firme y cuando me abrace me haga sentir en casa.
Más que buscar un hombre que sea emocionalmente estable, busco uno sensible que no tenga miedo de expresar sus emociones y sentimientos creyendo que yo pensaré menos de él por ser así.
Más que buscar un apoyo, busco un compañero de aventuras, uno que necesite y brinde apoyo y no le de vergüenza o presuma de ello.
Más que buscar un hombre seguro, busco uno que me brinde seguridad y confianza.
Yo no quiero alguien que me de cosas o que me haga sentir mejor, quiero alguien que al estar con él sienta que todo encaja, que no tengo que cambiar para acoplarme a él o que él intenta cambiar por agradarme a mí.
Busco alguien con quien sentirme a gusto siendo yo misma, que me hace sonreír, reír a carcajadas y estallar de placer solamente con su mirada.
Busco en un hombre honestidad, sinceridad, autenticidad, complicidad, compañerismo, amistad, lealtad, pero sobre todo busco alguien que está en el camino de ser todo eso y mucho más, que trabaja fuertemente en su espíritu, en su cuerpo, en su mente y en su alma.
Así que le diría a todos estos hombres que antes de ponerse a buscar la mujer perfecta para ellos, primero se trabajen a si mismos, que sean fuertes, leales, auténticos, sinceros, fieros, cariñosos, emocionales y amables consigo mismos.
Cuando un hombre, logra ser todo esto y mucho más, estará listo para estar con una mujer evolucionada como él, porque ambos no se necesitan, se complementan, y es ahí cuando las relaciones trascienden. Es ahí cuando se crea la conexión.
Diana Garcés es una blogger apasionada de la vida nómada que lleva unos años trabajando en su blog Hablando de Sexo el tema de la aceptación, las parejas y el amor propio con mujeres. Su misión es crear conciencia desde la evaluación de temas tabú hasta la responsabilidad que genera ser la protagonista de tu propia vida.
CINTIA CASTELLÓ
Les diría a los hombres que se atrevieran a SER en mayúsculas
Yo como mujer echo en falta que los hombres sean hombres de verdad. En la mayoría de relaciones que he tenido he extrañado tener a un hombre que me sostenga la relación de verdad, un hombre sólido, enraizado, conectado, presente y seguro de sí mismo.
Un hombre que se acepte a sí mismo tal y como es y que pueda disfrutar de la relación tal y como es, dejando de perseguir un modelo de mujer que no es real y que responde a estereotipos que le han vendido en las películas y revistas de hombres.
Muchos de los conflictos que tienen los hombres nacen de su propio sentimiento de sentirse menos que otros, de no valorarse lo suficiente y de no saber quiénes son, lo cual les lleva a proyectar su propia sombra en sus parejas. Definitivamente los hombres necesitan trabajarse a nivel interior para descubrir todo su poder ¡que es infinito!
Lo que espero de un hombre es que sepa ver más allá de mí. Más allá de lo que ven sus ojos y más allá de “las pajas mentales” que se monta en su propia mente.
Que aprendiera a estar más presente y disfrutara plenamente de la relación con el corazón abierto, vibrando alto, amando incondicionalmente.
Que pueda penetrar la esencia de una mujer con toda su alma, pueda admirar la belleza que se esconde detrás de cada mujer, que pueda apreciar lo que hacemos, que pueda SENTIR en mayúsculas, dejarse llevar, dejarse amar, y sobretodo, aprender a mostrar su vulnerabilidad.
También espero que algún día los hombres lleguen a gestionar sus emociones y sepan expresarlas de manera adecuada, pues muchos son los que todavía reaccionan en forma de ira, frustración y con agresividad.
Le pediría a los hombres que dejen de estar tan obsesionados con el sexo y dejen de medir su nivel de “masculinidad” por las veces que tienen sexo con su pareja. Que vayan más a lo esencial y puedan entender que para muchas mujeres “un buen sexo” es el resultado de sentirnos bien amadas y de sentirnos plenamente aceptadas y comprendidas.
En resumen, les diría a los hombres que se atrevieran a SER en mayúsculas. Que dejen ir el rol de “hombre” que la sociedad les ha marcado para que se atrevan a ser el hombre amoroso, consciente y presente que en esencia sois.
Y que os atreváis a mirar a los ojos de una mujer con todo vuestro amor, viendo en ella la Diosa que es, no como “una enemiga” porque os “pide” cosas que vosotros no alcanzáis a ver o porque os “niega” cosas que a vosotros os gustaría…
El día que los hombres améis y reconozcáis a la mujer de verdad y con toda su profundidad, sanaréis muchas de vuestras heridas interiores y os sentiréis mucho más plenos también, tanto dentro como fuera de la relación.
A Cintia Castelló le encanta trabajar con inconformistas y amantes de la libertad para ayudarles a tomarse un tiempo sabático en sus vidas mediante una estrategia basada en la acción, y una comunicación excepcionalmente amorosa y compasiva, que fomente la transformación, el empoderamiento personal y la libertad para vivir haciendo lo que más te apasiona. Búscala en su blog Cintia´s Love in Action.
MIRIAM MARTIN CANALES
No espero de ellos ni más ni menos de lo que esperaría de otra mujer.
Sinceramente ¡No se qué les diría! No creo que les dijera nada en especial por el simple hecho de ser hombres y no mujeres.
Me gusta ver a las personas como PERSONAS independientemente de su sexo y aunque bien es cierto que somos diferentes tanto física como psicológicamente, no creo que le dijera nada a un hombre que no le diría a una mujer. La verdad no encuentro razones para hacerlo.
¿Qué les pediría?
Les pediría que nunca se sintieran ni superiores ni inferiores a otro ser humano por su sexo, que escucharan a la persona que tienen delante antes de responder y que trabajaran en la gestión de sus emociones.
Creo que a los hombres por lo general les cuesta más expresar las emociones que a las mujeres por la educación que han recibido (por supuesto no en todos los casos) y eso les puede traer muchos problemas.
Cuando una emoción no se expresa, se enquista y obligamos a nuestro cuerpo a llamarnos la atención mediante problemas psicológicos como la ansiedad o la depresión e incluso a gritarnos con enfermedades físicas si nos negamos a escucharle a tiempo.
Por lo tanto les pediría que se conozcan, que se escuchen y que trabajen en su desarrollo personal.
Si los hombres se siente mejor, las mujeres se sentirán mejor.
Si las mujeres se sienten mejor, los hombres se sentirán mejor.
Si tú te sientes bien favorecerás que tu entorno se sienta bien.
En resumen: tu bienestar tiene un efecto directo sobre el mundo que te rodea.
¿Qué espero de ellos?
Espero que me respeten cuanto menos lo mismo que yo les respeto a ellos. No espero de ellos ni más ni menos de lo que esperaría de otra mujer.
Miriam es psicóloga, coach, habitante imperfecto del planeta tierra y fundadora de Psicorumbo. Es una apasionada de la psicología y del desarrollo personal desde que tiene uso de memoria. Cree en las personas y en el potencial ilimitado que cada uno de nosotros tenemos para cambiar, para superar adversidades y para hacer con nuestra vida algo que merezca la pena.
¿Y tú que quieres de los hombres? ¿Qué les pedirías?
Y como hombre ¿Cómo te sientes al leer esto?
Compártelo con otros hombres si te ha aportado valor, así me ayudas a llegar a más hombres y sanar la relación entre lo femenino y lo masculino.
9 comentarios en “Un gran secreto: ¿Qué piden las mujeres a los hombres?”
Testing!
¿Y tú mujer que quieres de los hombres?
Francisco: esto no es ningún secreto. A ti, decirte que cada uno cuenta el cuento como le fue en ello y como quiere recordarlo, y por esto, cada una de estas mujeres te ha pontificado desde su deseo personal. No es extrapolable a un público más general. Puede dar alguna idea interesante, quizá, pero paso a debatir todos los aportes.
Laura: Entiendo que NO necesitamos ni deseamos tu perdón. Entiendo que NO somos responsables de los hechos del pasado, ni de TU pasado. Entregar un perdón por un acto no cometido, es un gesto muy altanero, ya que estás culpando de un crimen que no se ha cometido y siendo juez, jurado y verdugo solamente porque sí. Personalmente NO asumiría culpas por actos ajenos (aunque entiendo que otros sí lo harían, tratando de “empatizar” o cualquiera que sea el cuento que se cuenten para endulzar esta asunción de culpa que no les pertenece). No me responsabilizo de actos tales como la esclavitud en Egipto, en las Américas o en los campos de concentración nazis; así pues, no entiendo por qué pretendes culpar a los hombres de hoy, ni a los de tu presente o futuro por lo que otros en el pasado (o actualmente, pero de forma casi anecdótica) harían o te hicieron. Por otro lado, una pregunta por si crees en la reencarnación: ¿perdonaste las vidas que viviste como hombre ya, si esto es lo que defiendes?
De ti rescato lo de las expectativas, y lo de verte y apreciarte auténticamente. Lo demás, no es sino un discurso rancio pero actualmente de moda, que amplía la brecha entre ambos sexos en vez de sanarla. Los que estamos en estos temas deberíamos tener suficiente conciencia como para cambiar este discurso en nuestros propios comunicados.
Tania: Por favor, aparca el discurso de “vales tanto como puedas aportar”, porque devalúa al hombre como ser humano. Valemos simplemente por Ser, por Existir. Tal como vosotras. Sin embargo, si te paras a evaluar la sociedad y el discurso que acabas de compartir, estás repitiendo el paradigma del hombre utilitario y desechable. Sí que es cierto que deberíamos pensar en aportar al menos tanto como tomamos del mundo, para mantener un quid pro quo, pero lamento decirte que es ingenuo pensar que un hombre dejará de lado su ambición sin dejar de lado también su esencia masculina. Gracias por no dar un discurso feminista y por animarnos a tu modo a dejar los juicios y prejuicios aparte, porque eso sí que resultaría útil en ciertos casos.
Diana: Estás pidiendo algo que mucha gente, tal vez incluso tú misma, no puedes ofrecer. Eso en sí no es malo, porque habla de aspiraciones y de la voluntad de cumplirlas. Lo malo podría ser poner el listón tan alto que ni tú ni nadie pueda pasarlo, y crear miseria por culpa de eso. Tú quieres alguien que viva y que demuestre que vive en este mundo, así pues, podrías tener problemas con una persona más ensoñada. Pero al mismo tiempo, estás pidiendo a la gente que se atreva a compartir la aventura que es la vida sin ponerte trabas ni ponérselas a sí mismo. Y eso acojona. Así que puede que como arquetipo ideal encaje de puta madre, pero fuera de eso, es un ideal un poco difícil de mantener constantemente. Espero que sepas ser flexible con ello, porque si no, jodido está el asunto.
Cintia: Muy bonito tu “atreveros a SER, en mayúsculas”, cuando estamos inmersos en una política cultural dedicada a atacar todas las expresiones de masculinidad y también de sensibilidad por parte de los hombres. Dice provenir del feminismo, pero en realidad solamente lo corrompió. Desde que existe la ideología de género, a cualquier expresión de lo masculino (e incluso a tonterías de calibre) le han dado los nombres de micromachismos, microagresiones, y otros cuantos como falocentrismo, heteropatriarcado, etcétera. Evidenciando por un lado que es un discurso muy alejado de la igualdad, y por otro, que se pretende demonizar al otro sexo, y a todas las expresiones del mismo. En ese discurso, un hombre como el que estás definiendo es el enemigo a batir. Basta darse un paseo por ciertos ambientes para darse cuenta. Y lo peor es que también se tiran a la garganta de las mujeres que no militan en sus filas y que defienden al hombre y la verdadera masculinidad. De ti definitivamente rechazo la idea de que mi ira, mi resentimiento y mi dolor no tienen sentido ni utilidad. Es precisamente por ellos que no acepto una ideología o un discurso destinados a convertirme en un perpetuo victimario/agresor/opresor/como desees llamarlo. Y por lo que aprendo a defenderme de las afrentas que recibo. Si no eres capaz de compartir mi dolor sin adueñarte de ello y simplemente acompañarme mientras lo siento y lo sano, igual eres tú la que debes trabajarte algo. La asertividad no deja de ser agresividad sin destrucción mutua asegurada, por cierto.
Miriam: Lo veo ideal. No pidas a nadie lo que no te pedirías a ti misma. Sublime. Sin embargo, estás obviando que las generaciones actuales de hombres (exceptuando casos como Filipinas, donde las mujeres emigran para trabajar y envían dinero a sus familias en casa) están siendo criados y educados por mujeres. Así pues, la idea de que nuestras emociones han sido pobremente educadas se tambalea un tanto. Puede que quieras reforzarla hablando del arquetipo masculino del eterno imperturbable, pero ni siquiera así es defendible. Por lo demás, tu mensaje me pareció muy oportuno.
Dicho lo cual, y como estoy en casa ajena me descalzo con algo de cautela, os agradezco haber salido a la palestra y tratar de aportar algo desde vuestra concepción del mundo y experiencias propias. No es sencillo tratar de catalizar estas cosas en algo que aporte a la sociedad.
Que yo me muestre crítico, que no asuma ciegamente lo que contáis dando gracias por defecto y me atreva a cuestionaros, es parte de mi esencia. Es parte de mi personalidad. Es parte de mis decisiones vitales.
Y para mí, eso es lo que define a una persona evolucionante o despierta, como ya le dije a Fran en alguna ocasión: tener la libertad para decidir abierta y honestamente quién es en cada momento de su vida, tomando los aportes que sea oportuno tomar por el camino y siempre cuestionándolos todos. Porque una ideología, una creencia, un plan o una idea siempre perecen al contacto con la realidad. Y el que no sabe adaptarse a la realidad, o bien perece, o bien se torna un muerto en vida.
Salud y buen vino.
Hola Sergio, no creo que esté pidiendo mucho la verdad (¿será que sí?), ni que el listón sea demasiado alto, creo que lo mínimo a lo que uno debería aspirar es a un hombre que se valga por si mismo y que más que una madre o una hija, busque una compañera de vida.
Si quisiera criar niños tendría uno. Si quisiera un padre, seguramente me buscaría uno. Aunque lo cierto es que tengo uno maravilloso, no necesito más.
Yo lo que quiero es un hombre que sea auténtico, que sea feliz por si mismo, que se ame y se acepte y no me ponga esas cargas a mí. Quiero un hombre que no tenga miedo a llorar delante mío y/o decirme cuando algo lo ha emocionado o enojado por miedo a herir mis sentimientos.
En general quiero un complemento, no un suplemento.
Sí, puede que esté pidiendo demasiado, pero sí yo puedo ser auténtica, sensible, cariñosa, trabajar en mi misma para poder aceptarme, amarme y ser feliz por mi cuenta ¿Por qué no voy a querer lo mismo?
Soy flexible, claro que sí, pero no te diré mentiras, quiero milagros en mi vida porque para estar mal con una persona, prefiero estar sola.
Hola Sergio,
Mira que te gusta incendiar a las masas jeje.
Quizás para ti no sea ningún secreto pero desde mi experiencia personal facilitando círculos de hombres cada semana durante los últimos 2 años te puedo asegurar que uno de los temas más repetidos es saber que quieren las mujeres.
Supongo que es difícil porque ni ellas lo saben aunque tampoco es que nosotros como hombres lo tengamos mucho más claro.
Cada persona es diferente y cada momento es distinto pero me pareció interesante proponer este ejercicio de reflexión para clarificar un poco que queremos cada uno.
Estoy de acuerdo con algunas de las cosas que comentas y muy en desacuerdo con otras tantas pero respeto profundamente tu visión y te doy las gracias por participar.
saludos
Ha quedado genial Francisco, una excelente recopilación de ideas, todas ellas tan fantásticas, originales y a la vez tan sencillas que la verdad es impresionante ver que todas pensamos muy parecido en muchas cosas, me encanta porque la verdad, y aunque somos algo complejas y a veces complicadas, lo cierto es que a la final queremos lo mismo que ellos: alguien que nos acepte y nos complemente sin exigencias y sin querer cambiarnos 🙂
Hola Diana,
La verdad que en la superficie parece todo muy diferente pero cuando buceas un poco es todo más parecido y sencillo de lo que lo hacemos. muchas gracias por participar.
¡Hola Francisco!
Vaya pedazo de artículo te ha quedado. Esto podría abrir un debate que daría para horas/días/meses… jajajja
Pero al fin y al cabo de lo que se trata no es determinar de una manera objetiva y científica que es lo piden las mujeres de los hombres sino de cada una, desde su experiencia, historia vital, juicios (incluidos prejuicios) y expectativas exponer nuestra opinión.
Sergio, estoy de acuerdo que la gran parte de hombres de esta generación han sido criados por mujeres pero eso no implica que las mujeres no les mandemos mensajes inadecuados “Los hombre no lloran” “Tienes que ser fuerte” etc, etc…
Por supuesto no es siempre así, pero si que puedo decirte que por normal general los hombres que conozco tienen más dificultad para la gestión emocional que las mujeres. Por supuesto es solo mi opinión y lo que yo he podido percibir desde mi experiencia.
¡Un abrazo a los dos!
Hola a todos,
Lo que más me asombra de todo este tema no es el saber qué quieren los hombres ni las mujeres, sino el hecho en sí de que no lo sabemos porque, al parecer, no nos atrevemos a preguntar.
Esa barrera comunicativa es la que me preocupa (sí, tal cual) porque el saber más acerca del otro no me parece algo tan inadmisible ni tan prohibitivo como para no preguntarlo, siempre desde el respeto y desde el amor.
Al igual que Sergio, huyo despavorida de discursos que pretenden convencernos de que tenemos que utilizar el perdón hacia el otro sexo, presuponiendo de base que hay algo que perdonar.
Estamos aquí, hoy y ahora, y tenemos una oportunidad maravillosa de mirarnos a los ojos y, desde la autenticidad, reconocer lo que vemos en ellos. Y, tal vez, en ese mismo instante, no necesitemos preguntar nada porque ellos pueden darnos toda la información que necesitamos saber para construir mejores relaciones.
No creo que haya nada que perdonar. Estoy totalmente convencida de que la clave reside en identificar en qué podemos contribuir y cuál es la responsabilidad que estamos dispuestos a asumir para que nuestras relaciones con el otro sexo (que no sexo contrario) sean mucho más saludables, sean del tipo que sean.
Un gusto leeros, como siempre.
Un abrazo enorme!
Ali