No te preocupes, no eres un bicho raro. A muchos hombres nos pasa, y a algunas mujeres también.
Pasamos la vida luchando por conseguir un objetivo y al alcanzarlo la satisfacción dura solo unos instante y después otra vez; frustración, desasosiego, incomodidad…
Nuestra energía masculina se nutre de las misiones, de alcanzar cosas, de los desafíos.
A veces, estar tan centrado en uno de estos objetivos nos aleja del resto del mundo. Descuidamos las relaciones, la salud, en definitiva a nosotros mismo. ¡Esto no es sostenible!
Cuando no tenemos el objetivo claro, nos obsesionamos con el siguiente propósito, el próximo paso y nos olvidamos de lo que está ocurriendo en ese momento. No disfrutamos de la vida.
Ahora puedes aprender una herramienta que te dé claridad de por qué ocurren estas fases y cómo hacer que te empoderen en lugar de limitar tu vida.