Elma es profesora del Máster de Desarrollo Personal de Liderazgo en Instituto Borja Vilaseca de Barcelona (antes impartido durante 8 años en la Universidad de Barcelona), en el Instituto de Desarrollo de Madrid y en Valencia, impartiendo las clases de “El poder de las creencias” y “Sexualidad consciente – Tantra.
Actualmente tiene su propio espacio de formación, el Espacio Desarrolla-te | Elma Roura, en el que imparte las diferentes sesiones de su propio método pionero en la conexión de las dos áreas de conocimiento del dolor y del placer.
¿Qué podrías decirle a una persona que ha tenido experiencias energéticas muy poderosas haciendo el amor o haciendo alguna práctica?
Yo siempre lo he tenido sola y me han llevado mucho al silencio, a la quietud.
Le diría que revise sus creencias y que al final no importa lo que piense la pareja. Es verdad que cuando se mobiliza la energía sexual cuesta más dormir y por eso hay que trabajar mucho en la respiración.
Las personas que tengan ese tipo de experiencias energéticas deben profundizar en la respiración, puesto que ella siempre acompaña esos procesos y es la que puede estabilizar a la persona en esas subidas energéticas o la que puede relajar y volver a la sensación de lo físico.
En el momento en el que aparece el miedo la experiencia desaparece.
¿De dónde surge la propuesta de “el arte de hacer el amor”?
Porque hacer el amor es un arte, como los pintores hay gente que nace, hace sus obras y resultan ser obras genuinas y hay otras personas que no. Hacer el amor es algo que puede aprenderse.
El arte de hacer el amor se puede distinguir en tres niveles, porque lo asociamos a la pareja y no se trata de una experiencia romantica, va mas allá, también se trata de hacer el amor consigo mismo y luego hacer el amor con la vida, no sufrir, no pelear con la realidad.
1er nivel: Conmigo misma. Ser autosuficiente.
2do nivel: Con una pareja. Trance erótico total, explosión de extasis. Ser sensual y sexual. Saber meditar en la quietud y que la parte energética que acontece y se expande desde lo relajdo y estar presente ya en lo intenso.
3er Nivel: con la vida. Aprender a no pelearme con la realidad, aprender a escuchar lo que la vida quiere de mi, en donde quiere que me coloque más allá de mi ego y estar al servicio.
¿Como puede una persona convertir en arte el hacer el amor consigo mismo?
Algo práctico: respiración, movimiento y voz incluyendo sus matices.
A través del tacto, de la respiración y de la voz voy aumentando mi energía, me voy conectando con mi cuerpo.
En relación con otra persona, ¿Cómo podemos conseguir que sea un arte hacer el amor?
Hay mucho por decir. Lo primero es que no puedo hacer el amor con alguien si no se hacerlo conmigo mismo.
Que pasa cuando yo llego a esa conexión y la otra persona no? Siempre mi capacidad de disfrute depende de mi!.
Hay que trabajar asegurándome que puedo disfrutar independientemente de quien tenga al lado!
Permanecer en tu poder independientemente de lo que pase alrededor pues me fusiono conmigo o a veces la vida me da regalos con otra persona, un trance erótico que me lleva a una experiencia mistica, lo que yo llamo “Los lugares sin nombre”!.
Y con la vida, ¿Cómo una persona consigue llegar a ese punto de hacer el amor con la vida?
Lo que es, es lo que quiero, es decir sí a este momento, y dejar de pelearme con la realidad.
Recibir el momento y cada experiencia y no querer que sea diferente y que de forma genuina podemos crear cambios.
Todo ese proceso nos lleva a conectar con el verdadero poder y la verdadera sabiduría donde yo me voy acompañando mis procesos emocionales y me voy llevando ese gozo constante en la vida, que no es lineal aunque yo lo hago y me acompaño.
